¿Alguna vez les he contado de cierto pasajero peculiar al cual se le conoce en el barrio como el muletas?
Tal vez lo hayan visto abordar de vez en cuando, tal vez les haya tocado viajar en alguna ruta con él en el asiento de a lado, o tal vez de plano no hayan sabido de este sujeto hasta el día de hoy por lo que a continuación les hablaré un poco.
No toda la vida fue conocido popularmente como el muletas, en realidad se llama Danubio. Desconozco sus apellidos así como información muy detallada sobre él, pero si sé que solía ser una persona amable, soñadora y paciente hasta el día en que se dio cuenta de que ya no podía flotar. Si, flotar, no piensen que estoy loco, mejor sigan leyendo por favor.
Danubio estudiaba la Ingeniería Civil en una de las mejores escuelas públicas que hay en la ciudad. De padres orgullosos por sus excelentes notas en el colegio y de intachable comportamiento en su casa. Danubio tenía la edad de 24 años cuando estaba apunto de terminar su carrera, de hecho ya tenía un lugar asegurado con un tío para realizar su residencia profesional y así poder concluir con la profesión que ya era tradición en su familia.
A pesar de cuerpo semi atlético y de estatura media, Danubio obtuvo una que otra medalla en los colegios a los cuales acudió y compitió en las diferentes disciplinas deportivas a los que se inscribía. No era un candidato idóneo para asistir a unas olimpiadas, pero el punto es que era un chico bastante saludable.
Tal vez no posee un rostro tan atractivo pero tampoco es como para echarse a correr con una de sus miradas, sin embargo siempre le fue complicado relacionarse con las mujeres por su timidez y pasividad.
A raíz de que solía ser muy consciente con los daños que causan los vicios, él no acostumbraba beber ni fumar en las fiestas. Desde luego que asistía a ellas pero siempre respondía con el clásico "No tomo, gracias" y eso siempre fue motivo para que sus compañeros que si se embriagaban lo hicieran a un lado.
Al no ser tan socialmente popular como hubiese querido se refugiaba en su hogar leyendo un buen libro los fines de semana o yendo al cine con los primos y teniendo otro tipo de diversión que no consistía en embriagarse hasta las 3 de la mañana en un antro ni consumiendo drogas en la casa de algún amigo. Y aunque no lo pareciera él era feliz con su vida, tan feliz que tenía sueños y esperanzas como todos lo demás. Solo una cosa le incomodaba a veces, y era el no tener el pegue con las amigas que sus demás amigos borrachos si tenían.
Se dice que un sábado por la tarde como cualquier otro decidió tomar una siesta porque la noche anterior terminó hasta tarde por finalizar de leer los dos últimos capítulos de un libro. Esa noche tendría una fiesta de la universidad la cual había decidido asistir para ingerir cerveza por primera vez y ver si así podía mezclarse con los demás compañeros y que alguna chica guapa del grupo le hiciera caso por el hecho de parecerse a ellos.
Entre sueños Danubio se sintió mareado por lo que al abrir los ojos decidió pararse a tomar un vaso con agua. Al intentar ponerse de pie sintió que todo le daba vueltas como si estuviera atrapado en un tornado o mas bien como si estuviese en completo estado de ebriedad, y es que él jamás se había emborrachado, pero la mayoría de ustedes si y es por eso que confío imaginarán como se sintió.
No comprendía el motivo de su situación por lo que quiso hablar a algún familiar pero al parecer estaba solo. A cada paso que daba sentía como si su cuerpo perdiera peso, a cada paso tambaleante que lograba dar se sentía más y más ligero, pero como pudo llegó a la puerta de su habitación y justo cuando intentaba estirarse para alcanzar el picaporte sintió que se alejaba lentamente. Abrió y cerro los ojos en repetidas ocasiones para sucumbirse al hecho de que lo que le estaba sucediendo no era nada normal. Una mirada hacia sus pies lo horrorizó de tal manera que no pudo hacer otra cosa más que paralizarse por unos segundos ya que no daba crédito a lo que veía. Estaba flotando.
Levitaba a escasos centímetros del suelo, pero lo suficiente como para tener la envidia de ilusionistas de la talla de Criss Angel o David Copperfield ya que no había ningún truco escondido. Con movimientos irradicales Danubio estaba paseándose por toda la habitación de un lugar a otro sin tener el control de esa nueva habilidad que llegó sin aparente explicación. Estuvo acoplándose por un par de horas, tanto que la fiesta pasó a ser motivo de olvido ignorando así las llamadas que le hacían al celular seguramente preguntando por él. Pasó horas y horas esa noche sin poder conciliar el sueño intentando dominar una técnica que lograra controlar sus movimientos torpes que cada vez se hacían menos frecuentes. Obstinado como el mismo, al fin se dio cuenta de que lo único que necesitaba para poder controlar su levitación era práctica, práctica al igual que lo hace un niño con sus primeros patines. Esa noche se recostó para descansar un poco mientras pensaba una posible lógica a lo que sucedía. Desde luego se dio cuenta de que la física no podría explicar tal situación, pero lo que si le quedó en claro es que debería mantenerlo en secreto para no alarmar a las personas y no llamar la atención. Esto le obligó incluso a ocultárselo a sus papás.
2 largas semanas tuvieron que transcurrir en donde se aisló de toda comunicación en la solemnidad de su habitación. No hablaba con nadie para no llamar la atención cosa que causó un efecto totalmente opuesto en su hogar pues sus padres se dieron cuenta de que no asistía a las horas completas a la escuela y de que se la pasaba todo el tiempo encerrado en su recámara. Al principio pensaron sus papás que era un claro cuadro de depresión y decidieron dejarlo solo con tal de que lo supere por si mismo, pero al pasar los días sospecharon de otras cosas: videojuegos, drogas, homosexualismo inclusive y mas, pero simplemente no hicieron nada por que sabían que su hijo les aclararía las cosas en el momento adecuado.
Consciente de que no era un super poder para combatir el crimen lo que tenía y de que no iba a poder volar los cielos como sus personajes favoritos de la infancia, Gokú y Vegueta, optó por tomarlo de una manera mas inteligente y simplemente disfrutar de esta anomalía fortuita que la naturaleza le estaba regalando.
Era un Jueves por la mañana cuando decidió que era tiempo de revelar su pequeño gran secreto. Todo decidido y con la frente en alto ideó las palabras perfectas para explicarles a sus padres primero que a nadie lo que en su cuerpo le había sucedido.
Salió de la habitación, flotando desde luego, trasladándose casi a ras del suelo hasta llegar a la habitación de sus padres a sabiendas de que se encontraban ambos ahí. Tomo un fuerte respiro, miro hacía arriba y tocó la puerta.
Sus padres salieron de la habitación y para su sorpresa de Danubio ambos tenían los ojos llorosos como si ya estuvieran enterados de lo que sucedía. Ignorando ese pequeño detalle dijo con voz temerosa:
- Padres, hay algo que tengo que decirles... Seré breve. -poniendo una cara de seriedad a lo mas que podía.
- Hijo mio. - La voz de sus padres quisieron interrumpir.
- Me temo que nunca más volveré a caminar. - Dibujando lenta y discretamente una sonrisa en su expresión facial al mismo tiempo que sus padres soltaban en un crudo llanto.
Danubio obviamente no entendía el porque del llanto de sus padres si lo que le sucedió no era algo malo, al contrario, fue una bendición total. Cuando quiso flotar hacia ellos para enseñarles notó que no podía dar un solo paso, su cuerpo comenzó a sentir un terrible cansancio y nuevamente le comenzó a dar vueltas como al principio de todo. Su mente rápidamente iba quedando en blanco sin poder articular ni una sola palabra hasta que por fin sintió que se desvaneció.
Horas mas tarde poco a poco fue recobrando el conocimiento pero con un gran dolor de cabeza adjunto. Como si se estuviese despertando de una cirugía y estuviese bajo los efectos de una anestesia, a duras penas reconocía las siluetas de unas personas al rededor de él. Por más que intentó preguntar un simple "¿Qué sucede?" de su boca solo salían balbuceos. Entendió que se encontraba en una habitación blanca y fría y que estaba recostado en una modesta y pequeña cama dura. No había duda, estaba en un hospital.
Después de unos minutos cuando su cerebro por fin pudo estar mas cuerdo y lógico murmuró:
- ¿Mamá?,¿Papá?. - Sintiendo que le sujeten un par de manos cálidas de ambos lados de la cama.
- Hijo, cariño. Aquí estamos. -Respondió la madre.
- ¿Qu- qué hago aquí? - Preguntó desconcertado.
Lo que a continuación se le informó a Danubio en verdad fue algo muy triste y muy escalofriante a la vez. Lo siguiente lo dejó perturbado al pobre hombre de por vida.
- Hijo, lamento mucho decirte que... tuviste un accidente ayer por la noche.
- ¿Qué accidente? ¿De qué hablas? No recuerdo nada, solo sé que me va a reventar la cabeza.
- Danu, te golpeaste muy fuerte en el accidente. Te saliste de la autopista y volcaste varias veces. Desafortunadamente hijo... - haciendo una muy dura pausa para revelar una cruel realidad - los pies se te prensaron en el accidente y... - lágrimas de amargura comenzaron a rodar en las mejillas de sus padres apretándole mas fuerte las manos de Danubio- te tuvieron que amputar las piernas hijo... me temo que ya nunca mas volverás a caminar.
Y esa es la historia del pasajero Danubio. Por si se preguntan que pasó en realidad pues les comento. Dicen que esa tarde en que "tuvo su siesta" Danubio en realidad si asistió a la fiesta planeada, se emborrachó y hasta un churrito de marihuana se fumó pero aún así no tuvo ningún éxito con las chicas. Sintiendo que todo intento que hiciera iba a ser inútil para lograr encajar en un círculo de amistades a los que no pertenecía, se decidió retirar e ir a casa. Desgraciadamente siendo su primera vez que se embriagaba y experimentaba con drogas no pudo hacer uso de su prudencia partiendo en su automóvil rumbo a su hogar. En algún momento del camino se supone perdió toda atención de la carretera saliendose de esta por un barranco iniciando una inevitable serie de piruetas que le dejarían prensadas ambas piernas viéndose los médicos en la necesidad de amputárselas.
Como era de esperarse, Danubio tomó la actitud equivocada consiguiendo un rencor hacia la vida que tan mal lo había tratado, ahogándose en un coraje interno hacia él y hacia los demás. Tiempo después Danubio accedió a usar un par de prótesis que le ayudan a caminar para poder dejar la silla de ruedas a la que se había esclavizado. Ahora con un poco mas de determinación el pobre muchacho de vez en cuando usa su par de piernas de plástico para mezclarse con el resto de la humanidad. Cada que aborda el Blogbus me llevo de su parte una mentada de madre cuando le pregunto que como está. Yo lo entiendo por lo que solo le regreso una sonrisa.
Si ustedes se llegan a encontrar algún día con Danubio, el muchacho que podía flotar, tratenlo de lo mas normal porque si le tratan de compadecer se ganarán una buena tanda de insultos de su parte.
Por hoy ha sido todo y ustedes disculpen si la ruta se les hizo muy larga pero no pude encontrar un camino mas corto para llegar al destino. Espero hayan disfrutado el viaje, y si no pues ya se chingaron. Y antes de que se vayan recuerden, Si van a tomar,inviten No manejen por favor. Pasen bonito Domingo.
Tal vez lo hayan visto abordar de vez en cuando, tal vez les haya tocado viajar en alguna ruta con él en el asiento de a lado, o tal vez de plano no hayan sabido de este sujeto hasta el día de hoy por lo que a continuación les hablaré un poco.
No toda la vida fue conocido popularmente como el muletas, en realidad se llama Danubio. Desconozco sus apellidos así como información muy detallada sobre él, pero si sé que solía ser una persona amable, soñadora y paciente hasta el día en que se dio cuenta de que ya no podía flotar. Si, flotar, no piensen que estoy loco, mejor sigan leyendo por favor.
Danubio estudiaba la Ingeniería Civil en una de las mejores escuelas públicas que hay en la ciudad. De padres orgullosos por sus excelentes notas en el colegio y de intachable comportamiento en su casa. Danubio tenía la edad de 24 años cuando estaba apunto de terminar su carrera, de hecho ya tenía un lugar asegurado con un tío para realizar su residencia profesional y así poder concluir con la profesión que ya era tradición en su familia.
A pesar de cuerpo semi atlético y de estatura media, Danubio obtuvo una que otra medalla en los colegios a los cuales acudió y compitió en las diferentes disciplinas deportivas a los que se inscribía. No era un candidato idóneo para asistir a unas olimpiadas, pero el punto es que era un chico bastante saludable.
Tal vez no posee un rostro tan atractivo pero tampoco es como para echarse a correr con una de sus miradas, sin embargo siempre le fue complicado relacionarse con las mujeres por su timidez y pasividad.
A raíz de que solía ser muy consciente con los daños que causan los vicios, él no acostumbraba beber ni fumar en las fiestas. Desde luego que asistía a ellas pero siempre respondía con el clásico "No tomo, gracias" y eso siempre fue motivo para que sus compañeros que si se embriagaban lo hicieran a un lado.
Al no ser tan socialmente popular como hubiese querido se refugiaba en su hogar leyendo un buen libro los fines de semana o yendo al cine con los primos y teniendo otro tipo de diversión que no consistía en embriagarse hasta las 3 de la mañana en un antro ni consumiendo drogas en la casa de algún amigo. Y aunque no lo pareciera él era feliz con su vida, tan feliz que tenía sueños y esperanzas como todos lo demás. Solo una cosa le incomodaba a veces, y era el no tener el pegue con las amigas que sus demás amigos borrachos si tenían.
Se dice que un sábado por la tarde como cualquier otro decidió tomar una siesta porque la noche anterior terminó hasta tarde por finalizar de leer los dos últimos capítulos de un libro. Esa noche tendría una fiesta de la universidad la cual había decidido asistir para ingerir cerveza por primera vez y ver si así podía mezclarse con los demás compañeros y que alguna chica guapa del grupo le hiciera caso por el hecho de parecerse a ellos.
Entre sueños Danubio se sintió mareado por lo que al abrir los ojos decidió pararse a tomar un vaso con agua. Al intentar ponerse de pie sintió que todo le daba vueltas como si estuviera atrapado en un tornado o mas bien como si estuviese en completo estado de ebriedad, y es que él jamás se había emborrachado, pero la mayoría de ustedes si y es por eso que confío imaginarán como se sintió.
No comprendía el motivo de su situación por lo que quiso hablar a algún familiar pero al parecer estaba solo. A cada paso que daba sentía como si su cuerpo perdiera peso, a cada paso tambaleante que lograba dar se sentía más y más ligero, pero como pudo llegó a la puerta de su habitación y justo cuando intentaba estirarse para alcanzar el picaporte sintió que se alejaba lentamente. Abrió y cerro los ojos en repetidas ocasiones para sucumbirse al hecho de que lo que le estaba sucediendo no era nada normal. Una mirada hacia sus pies lo horrorizó de tal manera que no pudo hacer otra cosa más que paralizarse por unos segundos ya que no daba crédito a lo que veía. Estaba flotando.
Levitaba a escasos centímetros del suelo, pero lo suficiente como para tener la envidia de ilusionistas de la talla de Criss Angel o David Copperfield ya que no había ningún truco escondido. Con movimientos irradicales Danubio estaba paseándose por toda la habitación de un lugar a otro sin tener el control de esa nueva habilidad que llegó sin aparente explicación. Estuvo acoplándose por un par de horas, tanto que la fiesta pasó a ser motivo de olvido ignorando así las llamadas que le hacían al celular seguramente preguntando por él. Pasó horas y horas esa noche sin poder conciliar el sueño intentando dominar una técnica que lograra controlar sus movimientos torpes que cada vez se hacían menos frecuentes. Obstinado como el mismo, al fin se dio cuenta de que lo único que necesitaba para poder controlar su levitación era práctica, práctica al igual que lo hace un niño con sus primeros patines. Esa noche se recostó para descansar un poco mientras pensaba una posible lógica a lo que sucedía. Desde luego se dio cuenta de que la física no podría explicar tal situación, pero lo que si le quedó en claro es que debería mantenerlo en secreto para no alarmar a las personas y no llamar la atención. Esto le obligó incluso a ocultárselo a sus papás.
2 largas semanas tuvieron que transcurrir en donde se aisló de toda comunicación en la solemnidad de su habitación. No hablaba con nadie para no llamar la atención cosa que causó un efecto totalmente opuesto en su hogar pues sus padres se dieron cuenta de que no asistía a las horas completas a la escuela y de que se la pasaba todo el tiempo encerrado en su recámara. Al principio pensaron sus papás que era un claro cuadro de depresión y decidieron dejarlo solo con tal de que lo supere por si mismo, pero al pasar los días sospecharon de otras cosas: videojuegos, drogas, homosexualismo inclusive y mas, pero simplemente no hicieron nada por que sabían que su hijo les aclararía las cosas en el momento adecuado.
Consciente de que no era un super poder para combatir el crimen lo que tenía y de que no iba a poder volar los cielos como sus personajes favoritos de la infancia, Gokú y Vegueta, optó por tomarlo de una manera mas inteligente y simplemente disfrutar de esta anomalía fortuita que la naturaleza le estaba regalando.
Era un Jueves por la mañana cuando decidió que era tiempo de revelar su pequeño gran secreto. Todo decidido y con la frente en alto ideó las palabras perfectas para explicarles a sus padres primero que a nadie lo que en su cuerpo le había sucedido.
Salió de la habitación, flotando desde luego, trasladándose casi a ras del suelo hasta llegar a la habitación de sus padres a sabiendas de que se encontraban ambos ahí. Tomo un fuerte respiro, miro hacía arriba y tocó la puerta.
Sus padres salieron de la habitación y para su sorpresa de Danubio ambos tenían los ojos llorosos como si ya estuvieran enterados de lo que sucedía. Ignorando ese pequeño detalle dijo con voz temerosa:
- Padres, hay algo que tengo que decirles... Seré breve. -poniendo una cara de seriedad a lo mas que podía.
- Hijo mio. - La voz de sus padres quisieron interrumpir.
- Me temo que nunca más volveré a caminar. - Dibujando lenta y discretamente una sonrisa en su expresión facial al mismo tiempo que sus padres soltaban en un crudo llanto.
Danubio obviamente no entendía el porque del llanto de sus padres si lo que le sucedió no era algo malo, al contrario, fue una bendición total. Cuando quiso flotar hacia ellos para enseñarles notó que no podía dar un solo paso, su cuerpo comenzó a sentir un terrible cansancio y nuevamente le comenzó a dar vueltas como al principio de todo. Su mente rápidamente iba quedando en blanco sin poder articular ni una sola palabra hasta que por fin sintió que se desvaneció.
Horas mas tarde poco a poco fue recobrando el conocimiento pero con un gran dolor de cabeza adjunto. Como si se estuviese despertando de una cirugía y estuviese bajo los efectos de una anestesia, a duras penas reconocía las siluetas de unas personas al rededor de él. Por más que intentó preguntar un simple "¿Qué sucede?" de su boca solo salían balbuceos. Entendió que se encontraba en una habitación blanca y fría y que estaba recostado en una modesta y pequeña cama dura. No había duda, estaba en un hospital.
Después de unos minutos cuando su cerebro por fin pudo estar mas cuerdo y lógico murmuró:
- ¿Mamá?,¿Papá?. - Sintiendo que le sujeten un par de manos cálidas de ambos lados de la cama.
- Hijo, cariño. Aquí estamos. -Respondió la madre.
- ¿Qu- qué hago aquí? - Preguntó desconcertado.
Lo que a continuación se le informó a Danubio en verdad fue algo muy triste y muy escalofriante a la vez. Lo siguiente lo dejó perturbado al pobre hombre de por vida.
- Hijo, lamento mucho decirte que... tuviste un accidente ayer por la noche.
- ¿Qué accidente? ¿De qué hablas? No recuerdo nada, solo sé que me va a reventar la cabeza.
- Danu, te golpeaste muy fuerte en el accidente. Te saliste de la autopista y volcaste varias veces. Desafortunadamente hijo... - haciendo una muy dura pausa para revelar una cruel realidad - los pies se te prensaron en el accidente y... - lágrimas de amargura comenzaron a rodar en las mejillas de sus padres apretándole mas fuerte las manos de Danubio- te tuvieron que amputar las piernas hijo... me temo que ya nunca mas volverás a caminar.
Y esa es la historia del pasajero Danubio. Por si se preguntan que pasó en realidad pues les comento. Dicen que esa tarde en que "tuvo su siesta" Danubio en realidad si asistió a la fiesta planeada, se emborrachó y hasta un churrito de marihuana se fumó pero aún así no tuvo ningún éxito con las chicas. Sintiendo que todo intento que hiciera iba a ser inútil para lograr encajar en un círculo de amistades a los que no pertenecía, se decidió retirar e ir a casa. Desgraciadamente siendo su primera vez que se embriagaba y experimentaba con drogas no pudo hacer uso de su prudencia partiendo en su automóvil rumbo a su hogar. En algún momento del camino se supone perdió toda atención de la carretera saliendose de esta por un barranco iniciando una inevitable serie de piruetas que le dejarían prensadas ambas piernas viéndose los médicos en la necesidad de amputárselas.
Como era de esperarse, Danubio tomó la actitud equivocada consiguiendo un rencor hacia la vida que tan mal lo había tratado, ahogándose en un coraje interno hacia él y hacia los demás. Tiempo después Danubio accedió a usar un par de prótesis que le ayudan a caminar para poder dejar la silla de ruedas a la que se había esclavizado. Ahora con un poco mas de determinación el pobre muchacho de vez en cuando usa su par de piernas de plástico para mezclarse con el resto de la humanidad. Cada que aborda el Blogbus me llevo de su parte una mentada de madre cuando le pregunto que como está. Yo lo entiendo por lo que solo le regreso una sonrisa.
Si ustedes se llegan a encontrar algún día con Danubio, el muchacho que podía flotar, tratenlo de lo mas normal porque si le tratan de compadecer se ganarán una buena tanda de insultos de su parte.
Por hoy ha sido todo y ustedes disculpen si la ruta se les hizo muy larga pero no pude encontrar un camino mas corto para llegar al destino. Espero hayan disfrutado el viaje, y si no pues ya se chingaron. Y antes de que se vayan recuerden, Si van a tomar,
17 Comentarios:
Chales... pues sí estuvo muuuuy larga la ruta.
Gracias por el consejo.
La próxima que se ponga buena la cosa, si es posible, te invito y no manejo.
Me gustó, creo que predecía un poco el final.
Y si tienes mucha razón, lo peor que se puede hacer es tratar con lástima a alguna persona. Solo que algunas veces uno no está acostumbrado a toparse con situaciones así o hay veces que cosas nos agarran de sorpresa y uno reacciona de la manera que no debe. Pero lo más correcto y lo mejor es tratar a alguien de una forma normal.
Ahh como me tardo en leer un post. Saludos, lo veo por twitter.
pues el destino me pareció que justificó el sensible viaje...
besos...
chin ahora si me la pusiste dificil.... :( leo luego tu post es larguisimo y casi no tengo tiempo... no has pensado en hacerlos mas breves??? digo sugerencia... pides que la gente deje comentarios, ahora tu dales un breve respiro, porque los ultimos post han estado rete largos, y ya sabes que te lo digo con todo mi cariño y amor, estos son meses pesados a nivel general, y por lo menos en lo que a mi respecta estoy batallando mucho para poder abarcar las lecturas :(
ponte en el lugar de tus lectores, dales algo ligero sin perder tu estilo para que respiren y puedan estar aqui comentando...
y no te vayas a sentir cabron porque luego te agarra el sentimiento, eres muy simple ok?
es solo una sugerencia :D
te quiero
y tu sabes que yo soy de las que me gusta subirme al blogbus, y aqui estare siempre... pero ya no presumas larguraaaaa, quiero un poco de anchura mejor ;) andale jueguito rico y delicioso, dale respiro papáaa!!!
muaaa besos
pero en la noche lo leo y comento :) ya sabes
Pinche historia tan mas mamona!!! seguro la escuchaste con el mariano osorio jajajaja
si, tienes razon hay que tratarlos normal como a cualquier otra persona aunque lo que dice la Jesz es cierto a veces no estamos acostumbrados y talves no nos damos cuenta que los hacemos sentir mal.
que estes bien :)
Pues estoy acostumbradas a las rutas largas, cuando iba a la escuela me hacia como 45 min si bien me iba en el canijo ruta 6 muchos hasta una pestañita se echaban en el camino U.U yo no nunca me gusto dormirme en lso camiones :P jajajajaja.
Orale muy chida la historia del Danup ah no Danubio es que tengo hambre :S que casualidad tambien conosco un muletas jajajaja bueno es mas bien amigo de mi hermano pero lo conosco :P
sale ahi nos vemos! Bye!
Pobrecito.. si antes no sentía lastima por él.. ahora sí..
:D
Yo si me chuté toda la entrada y como estuvo entretenida no me pareció tan larga...
:D
woow, dónde se dejan los aplausos a los post como este?
porque estarás de acuerdo conmigo que solo tienes para dejar comentarios y mensajes en el chat..
en verdad que no imagine algo así y la manera en que redactaste el post me dejo sin palabra alguna..
lamentablemente chicos como Danubio hay en montones, creen que es indispensable hacer lo que los demás para sentirse parte de algo, tener incluso compañia, sin darse cuenta que hay muchas cosas que quizá no dañan a los demás tan de golpe pero lo estan haciendo poco a poco.. en está ocasión a tu pasajero le toco la de golpe y desafortunadamente le trunco su vida..
supongo que pasar por algo así es ohh.. no puedo suponer como es pero que triste
sentí un nudo en la garganta pero insisto en que fue muy interesante como planteaste la idea
sobre lo último, claro no debemos hacer menos a los demás o tratarlos diferentes por mucho que lo sean, finalmente somos seres humanos y no hay que ser malos al contrario, no hay que tratar a alguien como no quisieramos ser tratados, cierto?
un saludote =)
Jaime: XD ok ok ya verás que no habrá otra ruta así
Pero tu pagas todas la chelas =)
la jesz: No es algo fácil ver en "apuros" a una persona con discapacidad y creo que es de lo mas normal el tratarnos con cierta lástima. Lejos de que si está bien o no, no podemos evitar, algunos, el sentir que necesitan nuestra ayuda.
Nos tuitereteamos después.
Ada_Madrina: Muchas gracias
Se te devuelven los besos
Alma Rosa: Negativo. Si nos vamos a cantidad, hay que ser parejos, tú por ejemplo posteas diario y para los que leemos diario si llegaramos a juntar la cantidad de letras sales perdiendo teniendo en cuenta que yo escribo una vez a la semana. ;)
No te preocupes si no puedes leer y comentar corazón. Los posts no se borran, ahí se quedan, ahí estarán para cuando tengas tiempo y decidas leerlos.
jajaja no me siento, solo que ahora haré un experimento en mi próximo post.
Yo te quiero mas almita. Gracias por tus recomendaciones, las aprecio.
Cracklogan: Perdone usted, en alguna ruta tendría que fallarle.
Apolline: A veces es difícil no sentir esa pena involuntaria =(
Saludos
Ely: Danup jajajajaja así le decían de morrito XD
Gracias por el elogio y por pasar y leer toda la ruta, se aprecia muchísimo.
Que estes bien guapa.
MIN: Muchas gracias por tu comentario. Tú si sabes de lecturas, los demás que no comentaron por hueva no u__u
socias: aplausos, besos y apapachos se dejan directamente con el autor del post. =)
Lo mas triste mi querida socia es que apesar de que es una historia inventada no es tan lejos de la realidad. Todos los días nos enteramos de noticias penosas causadas por el abuso del alcohol.
Eres un pan muy dulce mi querida socia.. me dejas darte una morididita? =)
A chupar, pero con taxi. Esa es la actitud.
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