Del por qué te quiero...

Que levante la mano quién ha tenido el infortunio de haberse ganado un pariente de la nada, mejor conocido como “Suegro(a)”


¡Ajammm! Estoy segura que si habemos muchos… hablemos de ese ser que no son todos pero si la mayoría, son particularmente especiales… quizás porque para algunos es lo más parecido a un tercer padre o madre, o porque quizás para muchos es lo más parecido a una piedra en el zapato, o es el sinónimo de la pata de tu cama que te sueles llevar con tu pie cuando apenas te levantas, o esa acidez estomacal vespertina cuando estás en el ajetreo laboral. Si, así son ellos… en mi caso es mi queridísimo ex suegro ¡Gaad, como lo aborrezco! Sé que está de más que deje ver la demostración de mi afecto… pero a pesar de ser mi ex suegro, ese ser de aspecto necrófilo, dientes de buitre, y alma pactada con el demonio, esa porquería sigue acechando mis días… Apartando el hecho de que es obvio que nunca nos tuvimos el más honesto de los afectos, porque simplemente él quería que su hijo tuviera por pareja una niña con altura exorbitante, y caderas rimbombantes… Y que tuviera 3 títulos académicos disque para ser digna de la familia, y que cuando el amor de su hijo junto con el mío obtuvo un fruto, esa bestia quiso que se criara bajo su molde y creencias.


¡Vete al carajo! -dije- él siempre buscó la forma de hostigarme, él siempre creyó que acabaría conmigo, que marcaría mi existencia de manera perpetua... Un día tuvo la desfachatez con ínfulas de gallardía y me insinuó que yo me convertiría en su mequetrefe al que cuando él en sus heces y orines estuviera nadando yo iría a socorrerlo para que al ofrecerle mi mano para sacarlo me embarraría de su mierda y de esa forma marcarme. Nunca fui de su agrado, quizás porque también cuando él platicaba con ciertas personas que yo sabía perfectamente que todo era una cruda diplomacia y lo veía lanzar esa carcajada de hiena, yo sin más ni más decía: ¡A risa más hipócrita! Y lo delaté un día sin querer, o también fue porque un día su hija mayor le dijo: Papá, tú al abrir la boca pareces una víbora, abres tu jeta y sólo sale veneno, y yo solté la carcajada... así solo por impulso, y entre tantas cosas como esas.


Le doy gracias a Dios en las alturas porque ya no tengo que verlo a diario, el día de su velorio estoy segura que no soltaré ni una lágrima, ni siquiera por cortesía o hipocresía , así la gente me mire como si fuera un ser despiadado… ¡No me va a importar, cuerda de idiotas! No haré una celebración, pero si me dará cierto aire fresco… Es que les juro que no es un ser bueno, y se preguntaran que a qué viene tal post y tal muestra de afecto y por qué vengo a despotricar todo esto aquí:


1.- Tenía varios días sin postear nada, porque me he vuelto una negra esclava de mis dos trabajos, el de comerciante y manejando mi busito.


2.- Aspiro y espero que leyendo el post, hayan al menos hecho el gesto de pseudo sonreír.


3.- ¡¡El personaje de la historia me envió una petición de amistad al Facebook!! (Lastima que no tengo mi cámara a mano, la hubiera fotografiado y les hubiera mostrado tal cosa).



Se imaginaran que sólo eso fue el detonante de varios deja vus e histeria que sé que algún día le escupiré, más de lo que ya lo he hecho… si, pienso hacerlo mucho más cuando tenga oportunidad, y no es que yo tenga un trauma, es que a pesar de todo, le visualizo un futuro oscuro y solo, sin ninguna compañía… ya que con los años he comprobado que lo que dice mi tía nena es cierto: “Uno recoge lo que siembra”, y él no es que haya sembrado papas y zanahorias, ahí lo veo nadando en su miseria y porquería, y ya me veo a mi un día del padre llevándole algún té de hierbas para los achaques sólo porque no está en mi ser mala ni con el que me hizo la vida de cuadritos en algún tiempo de mi vida, Mientras...


¡Fuck you Asshole!